Cerebros en el Tránsito: más de 300 niños aprenden jugando para mejorar la seguridad vial en Paysandú

El director de Tránsito destacó la importancia de la educación temprana y el compromiso colectivo para reducir la siniestralidad vial en el departamento.

Actualidad14 de octubre de 2025Jean Pierre DutraJean Pierre Dutra

GASTÓN BERRETA - Director de Tránsito

El Estadio “8 de Junio” fue escenario de una jornada tan alegre como educativa: más de 300 escolares de cuarto, quinto y sexto año de escuelas públicas, privadas y rurales de todo el departamento participaron del concurso “Cerebros en el Tránsito”, una propuesta organizada por la Dirección de Tránsito de la Intendencia de Paysandú que busca formar a los más pequeños en hábitos de seguridad vial a través del juego.

El director de Tránsito explicó que la idea es “aprender jugando”, generando conciencia desde edades tempranas y transmitiendo ese mensaje al entorno familiar. “El tránsito lo tenemos que hacer entre todos, y creemos que los más chicos, los niños y niñas, son los que nos van a dar el ejemplo. Ellos aprenden rápido, lo entienden mejor y lo replican en sus casas, en sus escuelas, en los barrios”, afirmó.

Aprender y enseñar: los niños como agentes de cambio

Durante la jornada, los escolares participaron en dinámicas lúdicas junto a inspectores de tránsito, efectivos de la Policía Caminera, representantes del Club de Leones y personal del Hospital Escuela del Litoral. Cada institución aportó su experiencia y conocimientos para mostrar cómo la seguridad vial no es solo una obligación, sino una forma de cuidar la vida.

El director destacó la amplia participación del interior del departamento: “Tenemos niños de todo Paysandú, tanto de escuelas urbanas como rurales. Eso demuestra el compromiso de toda la comunidad educativa con un tema que nos afecta a todos.”

Los niños no solo se divirtieron, sino que aprendieron sobre el respeto a las normas de tránsito, el uso del casco, la importancia del cinturón de seguridad y los riesgos de la imprudencia al conducir. “El objetivo es que se lleven una enseñanza práctica, que después puedan transmitir en casa a sus padres y hermanos. Si logramos eso, estamos cambiando conductas desde la base”, añadió el jerarca.

 Premios que educan: seguridad y diversión

El concurso también tuvo su costado competitivo. Cada nivel escolar —cuarto, quinto y sexto año— compitió entre sí, con premios para todos los participantes. Los equipos ganadores recibieron reconocimientos especiales:
Primer premio: un viaje a las Termas de Guaviyú con traslado incluido y un kit de seguridad vial.
Segundo premio: un aire acondicionado y un kit de seguridad.
Tercer premio: un televisor color, también acompañado de materiales educativos sobre seguridad.

Además, todas las escuelas participantes recibieron un kit de seguridad vial para seguir trabajando el tema durante el año con sus docentes. “Queremos que las maestras y maestros sigan reforzando estos contenidos en clase. La educación es la herramienta más poderosa para lograr un cambio cultural en el tránsito”, subrayó el director.

 Una apuesta a largo plazo para reducir la siniestralidad

Paysandú, como muchos departamentos del país, enfrenta altos índices de siniestros de tránsito. Según el director, el 90% de los accidentes son producto de la imprudencia, lo que implica que pueden prevenirse. “Si logramos generar conciencia desde la infancia, podremos cambiar los malos hábitos. No se trata solo de sancionar, sino de educar”, aseguró.

El jerarca hizo un llamado a toda la ciudadanía a sumarse al cambio: “Debemos salir cinco minutos antes, respetar las esquinas, reducir la velocidad. Entre todos podemos mejorar. El ejemplo tiene que venir desde los más chicos, pero la responsabilidad es de los adultos.”

Finalmente, celebró el entusiasmo de los niños y el trabajo conjunto entre instituciones. “Paysandú demuestra que cuando hay unión y compromiso, se logran grandes cosas. Si logramos que estos 300 niños sean portavoces del respeto y la responsabilidad, estaremos dando un paso firme hacia un tránsito más seguro para todos.”

“Cerebros en el Tránsito” dejó claro que la educación vial puede ser divertida, participativa y transformadora. Una iniciativa que, más allá de los juegos y los premios, apunta a construir un Paysandú más consciente, solidario y seguro en las calles.

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