Paysandú aún paga el precio del daño acumulado por la diferencia cambiaria con Argentina

El intendente de Paysandú, Nicolás Olivera, volvió a manifestar su preocupación por la falta de medidas específicas del gobierno nacional para atender la situación de las ciudades fronterizas con Argentina. Según el jefe comunal, el Ministerio de Economía evalúa únicamente la realidad actual del tipo de cambio, sin considerar los efectos acumulados de años de diferencia cambiaria que afectaron profundamente la economía local.

Olivera explicó que, si bien la brecha cambiaria con Argentina se redujo en los últimos meses, eso no borra el impacto que generó durante años en los comercios, los trabajadores y la recaudación del departamento. “El Ministerio de Economía audita la situación de hoy, pero no contempla el daño acumulado que se generó. Paysandú sigue pagando las consecuencias de muchos años de desigualdad cambiaria”, sostuvo.

Recordó que durante gran parte del período de mayor diferencia cambiaria, miles de sanduceros cruzaban a diario a Colón y otras ciudades argentinas para hacer sus compras o consumir servicios. Esa fuga de consumo, dijo, dejó secuelas que todavía persisten. “Todos vimos las colas kilométricas de gente que ganaba acá y gastaba del otro lado. Eso vació nuestra economía local. Y ese proceso de asimetría no se revierte de un día para otro”, advirtió.

El intendente consideró que, más allá de la mejora reciente en el tipo de cambio, las medidas de apoyo que el gobierno implementó desde esta semana para la frontera con Brasil deberían aplicarse también en los departamentos limítrofes con Argentina, porque enfrentan una situación de rezago económico mucho más profunda. “Celebro que se haya tomado una buena decisión con la frontera norte, pero perfectamente podría haberse extendido a los departamentos del litoral, que fueron los más castigados”, afirmó.

Olivera remarcó que las asimetrías no solo provocaron el cierre de numerosos comercios, sino también la pérdida de empleos, la caída de la actividad en sectores como el transporte y la gastronomía, y una merma en la recaudación departamental. “La economía sanducera fue vaciada de manera progresiva. Por eso, las políticas públicas no deben mirar solo el presente, sino también reparar el daño del pasado reciente”, subrayó.

En ese sentido, sostuvo que el enfoque del gobierno debe ser integral, con una mirada que contemple la reconstrucción económica de la zona fronteriza. “Las asimetrías generaron un impacto pernicioso y acumulado. El problema no es solo lo que está ocurriendo ahora, sino todo lo que se arrastró durante años. Si no se entiende eso, cualquier política quedará a mitad de camino”, insistió.

El intendente concluyó que Paysandú y las demás ciudades del litoral precisan un tratamiento diferencial y sostenido para reactivar la economía. “No pedimos privilegios, pedimos equidad. El país debe reconocer que esta región soportó durante años una situación injusta y que ese daño todavía no fue reparado. Necesitamos medidas concretas que permitan recuperar el movimiento comercial y devolverle vitalidad a nuestra frontera”, afirmó.

Con un tono firme pero conciliador, Olivera reiteró su compromiso de seguir gestionando ante el gobierno nacional para que Paysandú sea incluida en las políticas de recuperación. “Vamos a seguir insistiendo porque tenemos la responsabilidad de defender a nuestra gente. Este departamento necesita respuestas reales, no diagnósticos parciales”, cerró.