En la sede de la Universidad Tecnológica (UTEC) se llevó a cabo, por tercer año consecutivo, la ceremonia de cierre y entrega de diplomas del curso de Alta Cocina, una propuesta formativa que surge del convenio entre la Intendencia Departamental de Paysandú y la Universidad Tecnológica. El programa, que nació como una iniciativa de la Secretaría de Juventud, se ha consolidado como una oportunidad real de capacitación, crecimiento personal y acceso al mercado laboral, reuniendo a personas de todas las edades y con diferentes motivaciones.
Durante el acto, la directora de Promoción Social, Guadalupe Caballero, destacó la calidad del proceso formativo y el valor que este curso ha ido adquiriendo dentro del departamento. “Este es el tercer año consecutivo que realizamos el cierre del curso de Alta Cocina con un excelente profesor, donde se dictan clases de gran nivel en una cocina totalmente equipada, en convenio con UTEC. Este espacio brinda todas las condiciones necesarias para elaborar de manera profesional y garantizar un producto de calidad a quienes lo deseen”, señaló.
Uno de los principales atributos de este convenio es la utilización de la cocina comunitaria de UTEC, un lugar que permanece disponible para los estudiantes incluso después de culminar el curso. “Quienes participan de las clases, luego pueden agendarse y seguir usando la cocina en condiciones óptimas, lo cual es fundamental para quienes desean seguir practicando, perfeccionándose o incluso elaborando productos propios”, agregó Caballero.
Este año, fueron 48 las personas que recibieron su diploma, conformando un grupo diverso en edades y trayectorias. Para la directora, ese factor demuestra que la formación gastronómica es una herramienta accesible y valiosa tanto para jóvenes como para adultos que buscan reinventarse profesionalmente. “La salida laboral es muy importante. Este curso otorga herramientas concretas tanto a los jóvenes como a los no tan jóvenes. Comenzó como una iniciativa de la Secretaría de Juventud, pero debido a la demanda, la propuesta se amplió y hoy participan personas de distintos ámbitos y edades”, expresó.
Además de contar con un total de ocho cursos activos, Caballero subrayó que varios de los egresados ya se encuentran trabajando en el sector gastronómico, tanto en Paysandú como en diferentes lugares del país. Incluso, algunos participantes están enfocándose en nuevas tendencias o en nichos específicos, como la llamada “ruta del hongo”, que requiere técnicas y conocimientos especializados. “Hay gente que está perfeccionándose para trabajar en forma internacional. Eso habla de la calidad de las clases que se brindan y del valor que tiene esta formación”, indicó.
La funcionaria también destacó que la Intendencia garantiza todas las condiciones necesarias para que los estudiantes trabajen con el respaldo adecuado. “Aquí están dadas las herramientas, las condiciones y el lugar para que la gente pueda desarrollarse, con los permisos bromatológicos y todo lo que corresponde para trabajar de manera formal y segura”, afirmó.
El cierre de una nueva edición del curso de Alta Cocina deja en evidencia la importancia de estas políticas públicas de capacitación, que no solo enseñan técnicas culinarias sino que también abren puertas laborales, fomentan el emprendedurismo y fortalecen el tejido productivo local.
Con el objetivo de continuar ampliando oportunidades, la Intendencia reafirmó su compromiso de seguir trabajando junto a UTEC y otras instituciones para promover más instancias formativas que impulsen el crecimiento personal y profesional de los sanduceros. A juzgar por el entusiasmo de los nuevos diplomados y la creciente demanda, el camino de la Alta Cocina en Paysandú recién comienza a desplegar todo su potencial.
