Golpe al crimen organizado en Paysandú: desarticulan banda familiar vinculada al contrabando y tráfico de armas

La operación “Shadow II” culminó con 8 detenidos, incautación de armas, municiones, tecnología y mercadería ilegal; cuatro personas fueron condenadas y otras cuatro formalizadas con medidas cautelares

Actualidad08 de agosto de 2025Paola RubboPaola Rubbo

COM. GRAL ALEJANDRO SANCHEZ - Jefe de Policía de Paysandú

En una contundente acción policial, la Jefatura de Policía de Paysandú logró desarticular una organización criminal con estructura de clan familiar, dedicada al contrabando, tráfico de armas y otros delitos conexos. La operación, denominada “Shadow II”, fue detallada este jueves por el propio jefe de Policía de Paysandú, Comisario General Alejandro Sánchez, quien brindó un completo informe sobre el procedimiento y sus resultados.

“Estamos hablando de una verdadera mafia del río, como se las ha denominado en otras épocas. Se trataba de una organización estructurada, que operaba con sofisticación y con recursos tecnológicos para dificultar el accionar de las autoridades”, expresó Sánchez durante la conferencia.

La investigación, que implicó tareas de inteligencia y vigilancia prolongadas, tuvo un momento especialmente dramático cuando, el pasado 19 de mayo, un funcionario de la división Investigaciones resultó gravemente herido mientras cumplía funciones relacionadas con esta causa. “Gracias a su capacitación y la rápida atención, logró salvar su vida. Es un ejemplo del compromiso con el que trabaja nuestra Policía”, destacó el jefe policial.

 Una red delictiva con base en Paysandú, pero ramificaciones nacionales

El operativo desplegado implicó un total de 11 allanamientos simultáneos: uno en Montevideo, dos en Tacuarembó y ocho en Paysandú, lo que demuestra la extensión geográfica de la banda. Como resultado, se logró la detención de ocho personas, cuatro hombres y cuatro mujeres, todos mayores de edad.

Durante los procedimientos se incautaron armas de fuego de distintos calibres, más de 100 municiones, ropa, cigarrillos de contrabando, vehículos de alta gama (uno de ellos ya había sido ocupado previamente con mercadería ilegal en la zona del río), así como elementos tecnológicos utilizados por la organización para coordinar sus acciones: handys, sistemas de videovigilancia y cámaras de circuito cerrado.

“La tecnología era clave para su operación. Tenían sistemas de comunicación propios y vigilancia para evitar ser detectados. Era una organización bien aceitada”, explicó Sánchez.

 Cuatro condenas y cuatro formalizaciones

Como resultado del accionar fiscal y judicial posterior a los allanamientos, cuatro personas fueron condenadas por delitos que van desde asociación para delinquir hasta contrabando y tráfico de armas. Se trata de tres mujeres y un hombre, que recibieron penas en régimen de libertad a prueba.

Por otro lado, cuatro personas más —tres hombres y una mujer— fueron formalizadas con medidas cautelares, a la espera de juicio, ya que no aceptaron el proceso de juicio abreviado. Entre los delitos imputados figuran:

  • Asociación para delinquir especialmente agravada

  • Tráfico y porte ilegal de armas y municiones

  • Contrabando

  • Receptación

 Una advertencia clara a las organizaciones criminales

El jefe de Policía remarcó que esta operación se enmarca en una estrategia más amplia de la Jefatura para combatir el crimen organizado en la región. “Estas bandas afectan la seguridad de todos, vulneran el comercio legal y promueven la violencia. Nuestro compromiso es absoluto con erradicar estas redes, cueste lo que cueste”, afirmó.

“Shadow II” no solo representa un éxito operativo, sino que refleja el resultado del trabajo coordinado entre unidades policiales, fiscales y la comunidad. A pesar del alto riesgo que enfrentan los efectivos —como el caso del policía herido en mayo—, las autoridades aseguran que las investigaciones continuarán para identificar a otros posibles involucrados y desmantelar completamente esta estructura delictiva.

Sánchez cerró la conferencia agradeciendo el profesionalismo de los equipos involucrados y resaltando que “estas acciones son las que devuelven la tranquilidad a los sanduceros y demuestran que el Estado está presente donde tiene que estar”.

Operación Shadow II marca un antes y un después en la lucha contra el crimen organizado en Paysandú, reforzando el compromiso institucional con la seguridad y la justicia.

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