Trabajadores rurales de Citrícola San Miguel denuncian maltratos y exigen condiciones laborales dignas

Ochenta trabajadores rurales de la Citrícola San Miguel, que cosechan limones en Las Delicias, se manifestaron frente a la Oficina de Trabajo denunciando maltratos, presión laboral y condiciones precarias. Reclaman mejoras salariales, seguridad y respeto a sus derechos.

Actualidad23 de mayo de 2025Paola RubboPaola Rubbo

Una situación crítica fue denunciada este jueves por un grupo de 80 trabajadores de la chacra de la empresa Citrícola San Miguel, quienes actualmente realizan la cosecha de limones en un campo ubicado en Las Delicias. Los trabajadores se movilizaron frente a la Oficina de Trabajo para reclamar mejores condiciones laborales y poner fin a lo que describen como un ambiente de presión, maltrato y precariedad.

Entre los voceros se encontraban Eduardo Ardanz, Julio Lanterna y Yubert Suárez, quienes brindaron detalles sobre las condiciones en las que deben desempeñar su labor. Según relataron, los reclamos van desde problemas salarialeshasta situaciones de abuso y amenazas dentro del ámbito laboral.

“Estamos trabajando en condiciones muy precarias, con un salario inferior al del año pasado y bajo una presión constante. Se pierde el ánimo de trabajar”, expresó Eduardo Ardanz. Además, denunció que muchos trabajadores son obligados a firmar papeles diariamente, sin saber exactamente qué están firmando, como una forma de encubrir las exigencias impuestas.

Uno de los puntos más alarmantes mencionados por los manifestantes es el trato hacia los empleados, especialmente las mujeres. “Una compañera se descompuso y no la dejaron salir de la cortina porque si lo hacía, la echaban. Es una falta total de respeto y humanidad”, señalaron. También destacaron que las trabajadoras son a veces más exigidas que los hombres, lo que suma una dimensión de discriminación y desigualdad a la problemática.

Las condiciones de seguridad también fueron fuertemente cuestionadas. Los trabajadores aseguraron que se les obliga a utilizar lentes de protección en mal estado, con estructuras de hierro oxidado que representan un riesgo directo para la salud visual. “Te obligan a usarlos, y si no lo hacés, te hacen firmar que si te pasa algo es tu responsabilidad o directamente te suspenden”, explicó Yubert Suárez, mostrando fotos de los lentes oxidados que debieron usar.

Otro de los problemas mencionados es la logística de trabajo. Los empleados deben cargar los limones y caminar distancias de entre 50 y 80 metros para vaciar los bolsos, bajo exigencias estrictas de cumplimiento de cuotas diarias. “Es un trabajo físico muy duro, y no tenemos el respaldo ni las condiciones para hacerlo como corresponde”, afirmó Julio Lanterna.

Los trabajadores también expresaron su malestar por lo que consideran una imposición de métodos de trabajo extranjeros, señalando que “la empresa está trayendo un sistema de trabajo santafesino, sin adaptarlo a la realidad local”. Esto ha generado tensiones y un profundo sentimiento de injusticia entre los empleados rurales, muchos de los cuales llevan años dedicados a esta actividad.

La movilización de hoy buscaba ser un primer paso hacia la formalización del reclamo. Si bien no pudieron ser recibidos por un abogado laboral en esta primera instancia, esperan poder hacerlo mañana viernes a las 9:00 horas, con el objetivo de presentar una denuncia formal y exigir la intervención de las autoridades competentes.

“Somos humanos y tenemos derecho a reclamar”, concluyó uno de los voceros. Con la determinación de continuar la lucha, los trabajadores buscan no solo una mejora para su situación actual, sino también sentar un precedente en defensa de los derechos laborales en el sector rural.

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