El Silencio También Habla”: Nancy Núñez Destaca el Impacto Positivo de la Semana de la Cerveza

La intendenta de Paysandú valoró el éxito del evento y adelantó un estudio para medir su verdadero impacto económico y social en el departamento.

Actualidad21 de abril de 2025Esteban OberttiEsteban Obertti

En un balance sincero y contundente, la intendenta de Paysandú, Nancy Núñez, hizo referencia al impacto que generó la 58ª edición de la Semana de la Cerveza, tanto en lo emocional como en lo económico. Durante su reflexión, dejó una frase que resume buena parte del sentir colectivo tras la fiesta:
“Hemos tenido mensajes de todo tipo y hemos tenido silencios, de quienes tal vez no esperaban que esto saliera tan bien”.

Desde el palco oficial del anfiteatro, Núñez presenció noche tras noche a miles de personas disfrutando de espectáculos y del ambiente festivo. Para ella, no fue solo una celebración cultural: fue una apuesta de gestión, de organización y sobre todo, una muestra de compromiso con el desarrollo local.

“Realmente emocionaba ver toda esa gente cómo estaba disfrutando. Porque para eso fue nuestro trabajo: para que los sanduceros y los turistas pudieran disfrutar de estos días”, expresó con orgullo.
 
Trabajo y oportunidades para todos
Uno de los aspectos que más destacó la intendenta fue el impacto laboral que tuvo la fiesta. Según sus palabras, hubo oportunidades de empleo y generación de ingresos a todo nivel.

“Se podía trabajar mucho, porque hacen falta muchas fuentes laborales. Y todos trabajaron. El sanducero que no trabajó es porque no quiso, no lo necesitaba o eligió otra cosa”, señaló.
La ciudad, desde el predio ferial hasta las calles aledañas, estuvo repleta de actividad: carritos, puestos gastronómicos, estacionamientos improvisados, servicios de taxi, ómnibus, y un sinfín de pequeñas iniciativas que encontraron en la fiesta un impulso vital.

“Recorríamos la ciudad para ver cómo estaba todo y realmente, todo funcionaba. Eso, para nosotros, es fundamental”, afirmó

 
Un estudio para respaldar con datos
Con el evento finalizado, el equipo de la Intendencia ya piensa en el paso siguiente: medir el impacto real de la Semana de la Cerveza en términos económicos y sociales. Núñez adelantó que a partir del lunes se contactarán con una empresa especializada para encargar un estudio detallado que permita conocer datos concretos sobre el derrame económico generado.

“Queremos ver cuál es el impacto en una sociedad cuando se organiza un evento de estas características. A veces se cuestiona al Ejecutivo o al gobierno de turno, diciendo que esto es un déficit. Nosotros lo entendemos como una inversión”, enfatizó.
Según explicó, la inversión de la Intendencia se ve ampliamente superada por los beneficios que llegan a la sociedad, estimando que el derrame puede ser cinco o seis veces mayor que el gasto original.

 
Capacitación, infraestructura y apoyo: un enfoque integral
Conscientes de que no basta con abrir las puertas del predio, desde la Intendencia se implementaron medidas para facilitar el acceso a la feria laboral a todos los interesados. Se brindaron capacitaciones en manipulación de alimentos, higiene, y normativa básica para instalación de puestos, tanto dentro como fuera del predio.

Además, se garantizó la electricidad, se reforzó la seguridad y se buscaron soluciones logísticas para que cada emprendedor, comerciante o vecino pudiera trabajar en condiciones dignas y organizadas.

“Tratamos de encontrar soluciones a todos los problemas. Por supuesto que siempre van a quedar cosas por mejorar, pero el esfuerzo estuvo y se notó”, dijo la jefa comunal.
 
Una fiesta que superó las expectativas
Más allá de los números, la intendenta remarcó el valor simbólico y comunitario que tuvo esta edición de la Semana de la Cerveza. La participación masiva, la convivencia entre turistas y sanduceros, y el disfrute generalizado son, según Núñez, las señales más claras de que Paysandú vivió una semana inolvidable.

Con emoción en sus palabras, reflexionó sobre la importancia de tener fe y confiar en el trabajo colectivo:

“Gracias a Dios hemos podido llegar hasta acá. A veces uno no lo dice porque no todos son creyentes y lo respeto profundamente. Pero yo sí soy cristiana y creo que estamos donde estamos para dar una mano”.
Así culminó su mensaje: con gratitud, firmeza y una mirada puesta en el futuro. Porque lo que se vivió, más que una fiesta, fue una demostración de lo que se puede lograr cuando hay voluntad política, organización y comunidad unida.

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