Durante la sesión de la Junta Departamental de Paysandú, el edil del Partido Nacional Alejandro Colacce realizó una dura exposición sobre el futuro del negocio del Portland de Ancap, al que calificó como una decisión política “tácita y encubierta” que, en los hechos, implicaría un cierre técnico de la planta sanducera. Según sostuvo, no se está discutiendo un verdadero plan industrial, sino una definición tomada sin diálogo real con el territorio ni con los trabajadores directamente involucrados.
Colacce comenzó su intervención señalando que lo presentado por el gobierno nacional respecto al Portland “no tiene acuerdo, no tiene hoja de ruta clara y no cuenta con respaldo sindical local”. En ese sentido, afirmó que la estrategia anunciada no fue el resultado de un proceso transparente ni de una discusión abierta en el Parlamento, sino que se conoció a través de la prensa, lo que consideró una forma inadecuada de gobernar. “No es gobernar con sensibilidad, es gobernar por goteo informativo”, expresó.
El edil nacionalista cuestionó especialmente que se insista en que la planta de Paysandú no se cierra, cuando —a su entender— los cambios previstos la convierten en una unidad subsidiaria de la planta de Minas. “Se le quita la producción central, se reduce la molienda y se la relega a funciones secundarias vinculadas a la logística. Eso, aunque no se firme en un papel ni se apague el último interruptor, es un cierre técnico”, enfatizó.
Colacce advirtió que cuando una planta deja de tomar decisiones, de producir y de proyectar su propio futuro, el resultado inevitable es un vaciamiento progresivo. En ese marco, planteó que no se ha explicado qué ocurrirá con los servicios conexos a la actividad industrial, como el mantenimiento, el transporte, los proveedores locales y las pequeñas empresas que dependen directa o indirectamente del funcionamiento del Portland. “¿Quién se hace cargo de eso? ¿Dónde está contemplado? ¿En qué hoja de ruta figura?”, se preguntó, remarcando que esas respuestas hoy no existen.
Otro de los puntos centrales de la exposición fue la falta de garantías concretas para los trabajadores. Si bien desde el gobierno se habla de mantener el empleo y de una transición ordenada, Colacce sostuvo que no hay plazos definidos ni compromisos claros que brinden tranquilidad. “Se habla de unidad de negocio, pero el costo lo vuelve a pagar el territorio. Y otra vez Paysandú”, afirmó ante el plenario.
El edil también destacó que el propio sindicato del Portland de Paysandú no respalda el esquema planteado. Para Colacce, la ausencia de consenso sindical es una señal de alarma que no puede ser ignorada. “No hay acuerdo, no hay consenso y no hay tranquilidad. Y cuando los trabajadores no acompañan, cuando el territorio no entiende y cuando el Parlamento se entera por los diarios, el problema no es técnico, es político”, sentenció.
Finalmente, Colacce llamó a abrir un verdadero ámbito de diálogo que incluya a los trabajadores, al territorio y al sistema político en su conjunto, con información clara y una hoja de ruta definida. Sostuvo que el futuro del Portland no puede resolverse con anuncios parciales ni decisiones centralizadas, y reclamó sensibilidad y responsabilidad para evitar que Paysandú vuelva a ser el departamento que paga los costos de definiciones tomadas lejos de su realidad productiva y social.









