Bella Vista, rey absoluto del Honor: el Papal se quedó con la copa Néstor Gerardo Vanzini

El fútbol de Paysandú vivió este sábado una nueva jornada histórica en el Estadio Artigas. Ante un muy buen marco de público y con clima de final, Bella Vista volvió a escribir una página dorada al consagrarse campeón del Torneo de Honor de Primera División 2025, tras igualar 1-1 frente a Barrio Obrero. El empate fue suficiente para el conjunto papal, que llegaba con ventaja deportiva por haber ganado el Torneo Clasificatorio, y así levantó la Copa número 15 de su rica historia, consolidándose como el máximo ganador del certamen a nivel local.

La final tuvo todos los condimentos. Barrio Obrero, dirigido por Álvaro Arias, salió decidido a buscar el triunfo desde el primer minuto, consciente de que solo la victoria le permitiría forzar una definición distinta. Esa actitud se reflejó rápidamente en el juego: presión alta, intensidad y decisión para atacar el arco ubicado sobre calle Colón.

A pocos minutos del inicio, el Barrio encontró premio a su propuesta. Una pelota enviada al área fue bien atacada de cabeza con un golpe firme que dejó sin reacción al guardameta papal y decretó el 1-0. El gol confirmó lo que se veía en cancha: Barrio Obrero era superior en el primer tiempo y justificaba la ventaja con acciones claras, dominio territorial y mejor circulación del balón.

Incluso pudo aumentar la diferencia. Martín Gentile tuvo una ocasión inmejorable al quedar cara a cara con el arquero, pero en el momento de definir terminó enredando el balón entre sus pies, desperdiciando una chance que pudo haber cambiado el rumbo de la final. Con esa tónica se fue el primer tiempo, con un Barrio Obrero más intenso y un Bella Vista que no lograba imponer su juego habitual.

En el complemento, Cristian (Jaime) Murieda movió el banco con inteligencia. El ingreso de Diego Andrada le dio otro ritmo al equipo y en pocos minutos el experimentado volante mostró jerarquía. Fue clave en la jugada del empate, al meter una pelota precisa entre líneas para que Rubén Carlis quedara de cara al arco defendido por Ayrton de León. El goleador papal no falló y resolvió de gran manera para marcar el 1-1, resultado que en ese momento ya consagraba a Bella Vista campeón por la ventaja deportiva.

A partir de allí el partido cambió. Barrio Obrero no volvió a ser el mismo del primer tiempo, mientras que Bella Vista, sin ser ampliamente superior, supo manejar los tiempos, enfriar el trámite cuando fue necesario y jugar con la tranquilidad que otorga la experiencia. El Barrio siguió buscando, generó algunas situaciones y reclamó un posible penal en la última jugada del partido, pero el árbitro Schneider desestimó la acción. Tras el pitazo final, se desató el festejo papal y un nuevo campeonato quedó en manos de Bella Vista.

El título no fue casualidad. Bella Vista sostuvo una base de experiencia y jerarquía con referentes como Guillermo y Diego Andrada, Maximiliano Perg, Ricardo La Forcada, Emiliano Leites y Fabricio Díaz, sumando además la proyección de futbolistas surgidos de la casa como , el guardameta Ezequiel Acosta, Ángel Sosa y Francisco Collares. A ese núcleo se le agregaron incorporaciones determinantes, entre ellas Rubén Carlis, el quebrachense, figura del campeonato y goleador del mismo.

El recorrido del Papal a lo largo de la temporada fue contundente. En el Torneo Clasificatorio debutó con un claro 3-0 ante Barrio Obrero y un lapidario 6-0 frente a Deportivo Guaviyú. Luego llegaron triunfos ante Progreso (3-0) y Boston River (2-1), con la única derrota frente a Huracán (1-0). El equipo retomó rápidamente la senda ganadora superando a 18 de Julio, Rampla Junior, Litoral, Olímpico, Independencia y Bohemios, además de empatar el clásico ante Estudiantil y cerrar con victorias frente a Piedras Coloradas y Juventud Unida. Con 12 triunfos, 2 empates y apenas 1 derrota, 41 goles a favor y solo 7 en contra, aseguró el primer torneo del año con una fecha de anticipación.

En la ronda por el título mantuvo el protagonismo y llegó a la final con la ventaja deportiva que terminó siendo decisiva. Ahora, al equipo de Murieda aún le queda un desafío más: el cruce ida y vuelta ante Obreros Unidos de Guichón, campeón del Honor local, por las eliminatorias departamentales en busca de un lugar en la Divisional A de la Copa Nacional de Clubes de OFI.

Para Barrio Obrero queda el orgullo de haber disputado uno de los mejores campeonatos de su historia reciente. Fue protagonista, llegó a la final y estuvo muy cerca, pero nuevamente se le negó el ansiado título de Primera División. Para Bella Vista, en cambio, la historia sigue creciendo: 15 Copas del Honor y un nuevo reinado en el fútbol sanducero.