En un paso significativo hacia la modernización educativa y el fortalecimiento del desarrollo territorial, la Dirección General de Educación Técnico Profesional UTU inauguró los Nodos de Innovación número 9 y 10 en los departamentos de Paysandú y Salto. Estos espacios forman parte de una red nacional de 24 nodos distribuidos estratégicamente a lo largo del país, enfocados en promover investigación aplicada, transferencia tecnológica y vínculos reales entre la formación técnica y las necesidades del ecosistema productivo.
Danni Silveira, Director Regional del Polo Educativo, explicó que los nodos nacen con una visión integradora y colaborativa. Aunque funcionan dentro de espacios pertenecientes a UTU, no están pensados únicamente para uso interno, sino para abrirse a toda la comunidad educativa y productiva. “Estos nodos tienen como primer foco a nuestros estudiantes, pero están igualmente abiertos al resto del ecosistema terciario: UTEC, la Universidad de la República y todas las instituciones formadoras de técnicos y profesionales en el territorio”, señaló Silveira.
Además, remarcó que el objetivo es que las empresas locales tengan un rol activo. “Nosotros capacitamos técnicos para que luego enriquezcan las cadenas de valor y fortalezcan los procesos productivos. Pero una de las principales dificultades en la región es la falta de mano de obra calificada, un problema que se combina con los altos niveles de desempleo que atraviesa la frontera”, indicó.
Según Silveira, la creación de estos nodos es una herramienta directa para enfrentar esa realidad: “A mayor formación, disminuye la mala calidad del empleo y aumentan las oportunidades laborales. Cuando un territorio mejora su base de técnicos calificados, también mejora su capacidad de atraer inversiones y de sostener proyectos productivos”.
Un espacio para investigar, aplicar y transferir conocimiento
El Director Regional enfatizó que los nodos no buscan “inventar” soluciones desde cero, sino identificar tecnologías y prácticas que ya funcionan en el mundo y adaptarlas a las necesidades concretas de la región. “Un nodo es un espacio de investigación, desarrollo y transferencia tecnológica. No vamos a crear algo completamente nuevo, sino analizar qué soluciones existen para los problemas que hoy tenemos en nuestros territorios y aplicarlas con criterio técnico”, explicó.
Los nodos funcionarán como articuladores entre educación, empresas, agencias de desarrollo y organismos estatales que financian iniciativas de innovación o capacitación. Silveira mencionó especialmente a ANDE, INEFOP y la Agencia Nacional de Innovación e Investigación (ANII), instituciones con las que se buscará trabajar de manera coordinada. “La idea es captar fondos para apalancar el desarrollo. Queremos que este sea un espacio que convoque a todos los actores que puedan contribuir al crecimiento del territorio”, afirmó.
Además, no descartó que las propias empresas puedan invertir directamente en el desarrollo de soluciones tecnológicas o procesos de innovación dentro de los nodos. “Si una empresa tiene un problema y necesita una solución, este es el lugar adecuado para trabajarla junto con técnicos, docentes y estudiantes”, agregó.
Innovación con impacto territorial
Silveira destacó que el norte del país enfrenta un escenario laboral complejo que requiere respuestas integrales. La formación técnica, dijo, debe ser vista como una herramienta de transformación. “Cuando hablamos de oportunidades laborales, hablamos de calidad de vida. Y la educación técnica tiene un rol clave: es un puente directo hacia empleos calificados, bien remunerados y con proyección”.
Con la inauguración de los nodos 9 y 10, la región avanza hacia un modelo educativo que mira al futuro y se conecta con el desarrollo productivo. Los próximos pasos implican consolidar el trabajo conjunto con el ecosistema educativo y productivo, captar fondos para proyectos específicos y seguir ampliando la red de actores involucrados.
“Lo que estamos construyendo es un espacio donde el conocimiento y la innovación se transforman en oportunidades reales para los estudiantes y en soluciones concretas para el territorio”, concluyó Silveira.
Con esta visión, Paysandú y Salto se posicionan como polos estratégicos dentro de una red nacional que busca impulsar un país más competitivo, equitativo e innovador.











