Paysandú refuerza plan de invierno y amplía soluciones para personas en situación de calle

El intendente Nicolás Olivera y la directora María Inés Firpo destacaron la coordinación interinstitucional y la necesidad de alternativas laborales y habitacionales.

Actualidad18 de agosto de 2025Paola RubboPaola Rubbo

Paysandú atraviesa un invierno en el que la atención a las personas en situación de calle se ha vuelto una prioridad. Así lo señalaron el intendente Nicolás Olivera y la directora del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) en Paysandú, María Inés Firpo, tras la primera reunión de coordinación con el Comité Departamental de Emergencias (SECOED).

El encuentro fue catalogado como “fundacional” para establecer un modelo de trabajo conjunto que regirá durante los próximos años, con foco en el plan de invierno y en la revisión de las herramientas disponibles para atender a quienes no cuentan con un lugar donde pasar la noche.

Una gestión marcada por emergencias

Olivera recordó que en la pasada gestión el SECOED debió enfrentar situaciones extremas como la pandemia, inundaciones, incendios y turbonadas, lo que lo convirtió en un organismo clave de respuesta. “El SECOED ha demostrado ser una gran herramienta de coordinación y de conocimiento mutuo, que ahora vuelve a activarse en torno a la emergencia que significa el invierno para las personas en calle”, afirmó.

El intendente explicó que se está realizando un relevamiento exhaustivo de la situación actual: refugios disponibles, perfil de las personas atendidas, estado sanitario y posibilidades de egreso. “Se trata de elaborar una radiografía clara para poder actuar con precisión”, agregó.

SINAE mantiene alerta roja

Firpo informó que el Sistema Nacional de Emergencias (SINAE) se reúne semanalmente en Montevideo y ha resuelto mantener la alerta roja, entendiendo que permanecer en la calle en esta época representa un riesgo de vida, incluso en jornadas con temperaturas menos frías de lo esperado.

“El SINAE entiende que en invierno la intemperie significa riesgo vital, por eso se mantiene la posibilidad de evacuaciones forzosas en casos extremos”, explicó.

En este contexto, se decidió dejar de utilizar el velódromo como centro de contingencia, trasladando a las personas alojadas allí al Batallón y al Refugio Santa Elena. “Esos espacios están absorbiendo la demanda, pero seguimos con un número muy alto de personas en calle, entre 115 y 120 por día”, subrayó Firpo.

Nuevos refugios y alquiler de casas

Para enfrentar esta realidad, se anunció el alquiler de dos nuevas casas que funcionarán como refugios diferenciados: uno para mujeres que actualmente residen en pensiones y otro para varones, lo que permitirá descongestionar Santa Elena.

Sin embargo, Olivera y Firpo reconocieron que los lugares no alcanzan, lo que obliga a buscar soluciones complementarias. “Estamos trabajando intensamente en alternativas que permitan no solo dar techo, sino también ofrecer salidas de más largo plazo”, puntualizaron.

Egresos, formación y trabajo: la clave para avanzar

Tanto Olivera como Firpo coincidieron en que la alta ocupación de refugios no se resolverá únicamente con más plazas. La estrategia pasa también por facilitar egresos sostenibles, especialmente para los jóvenes con potencial de inserción laboral.

En ese marco, el Mides coordina con INEFOP la apertura de cursos de capacitación y formación en oficios, así como la vinculación con oportunidades laborales. “Hay muchas personas con posibilidades reales de trabajar, y para ellas estamos buscando soluciones habitacionales distintas al refugio”, sostuvo Firpo.

Olivera destacó que esta línea de acción no solo contribuye a mejorar la vida de quienes hoy están en situación de calle, sino que también descongestiona los dispositivos de emergencia: “Si logramos que más personas tengan una salida laboral y habitacional estable, liberamos plazas para quienes realmente no tienen otra opción inmediata”.

Una mirada integral y de mediano plazo

La reunión del SECOED en Paysandú dejó en claro que la atención a la población en calle requiere una respuesta integral, que contemple no solo el alojamiento temporal, sino también la salud, la capacitación y la reinserción social.

Olivera cerró señalando que el esfuerzo colectivo es imprescindible: “El desafío es enorme, pero lo estamos enfrentando con compromiso y coordinación. No se trata solo de pasar un invierno, sino de abrir caminos para que más sanduceros tengan una vida digna”.

Firpo coincidió en que la clave está en la articulación interinstitucional: “El plan de invierno es urgente y necesario, pero lo que realmente cambia la realidad de las personas son las oportunidades de trabajo y vivienda. Ese es el horizonte hacia el que apuntamos”.

Con estas líneas de acción, Paysandú busca no solo paliar la emergencia invernal, sino también sentar bases sólidas para reducir de forma estructural la cantidad de personas que viven en situación de calle.

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