El diputado del Partido Nacional, Fermín Farinha, manifestó su preocupación por la falta de reglamentación de la Ley de Frontera, aprobada hace varios meses pero aún sin aplicación efectiva. Según explicó, el Ministerio de Economía y Finanzas está trabajando en la norma, pero la falta de ejecución concreta comienza a impactar directamente en el comercio y en los consumidores de las zonas limítrofes.
“Sabemos que el expediente avanza, conocemos los productos incluidos en la canasta entre 12 y 13, e incluso pedimos que se sumen alimentos para celíacos porque es un tema importante que afecta a muchas familias”, señaló el legislador. Sin embargo, agregó que “todavía falta apretar el botón para que empiece a funcionar”.
Una ley sin efecto real
Farinha subrayó que, aunque la norma fue aprobada con amplio respaldo político y social, la falta de reglamentación la deja sin efecto práctico. “Aprobamos una norma que habilita incorporar beneficios a la industria nacional, pero si no se aplica, es letra muerta”, expresó.
El diputado explicó que el espíritu de la Ley de Frontera es nivelar las condiciones comerciales entre Uruguay y los países vecinos, especialmente en departamentos como Paysandú, Salto, Artigas o Rivera, donde el intercambio económico con Argentina y Brasil influye directamente en la vida cotidiana de miles de personas.
“Lo que buscamos es transformar la realidad de quienes viven en frontera. No podemos estar, cada vez que cambia el tipo de cambio o la economía del país vecino, pensando qué medida tomar. Tiene que haber un marco estable, previsible”, dijo.
IMESI y medidas contradictorias
Farinha también cuestionó la reducción del porcentaje de descuento del IMESI aplicado al combustible en zonas fronterizas. Según indicó, esta medida afecta directamente al comercio local y contradice el objetivo de la Ley de Frontera.
“Mientras promovemos una norma para proteger a los comercios uruguayos, bajamos el beneficio en un producto ancla como el combustible, que justamente ayuda al intercambio y al consumo interno. No son medidas coherentes”, criticó.
El diputado señaló que incluso desde los gobiernos departamentales y los ediles locales se han elevado reclamos en este sentido. “Los propios ediles se reunieron con el Banco República y explicaron cómo funciona la lógica fronteriza, donde del otro lado te financian hasta el viaje. Si no entendemos eso, es imposible competir”, agregó.
Desafíos estructurales y mirada al norte
Farinha planteó la necesidad de pensar políticas permanentes para el norte del río Negro, donde las asimetrías con Montevideo son históricas. “Cada vez que hablamos de inversiones o desarrollo, todo pasa por la capital. Hay un macrocentralismo que nos deja en desventaja”, apuntó.
En ese sentido, recordó que desde el Parlamento han insistido en la creación de una Dirección Nacional de Incentivo a la Inversión, que tenga en cuenta las particularidades del interior profundo. “Si queremos achicar las brechas territoriales, tenemos que generar condiciones reales para invertir en el norte. No podemos depender siempre de medidas de emergencia”, expresó.
Llamado al Ejecutivo
El legislador nacionalista fue claro: la reglamentación de la Ley de Frontera no puede seguir esperando. “No podemos pedirle al gobierno anterior lo que no le reclamamos a este. Si ya está la ley, hay que implementarla. La gente necesita soluciones ahora”, enfatizó.
Farinha insistió en que la frontera no puede seguir siendo un tema coyuntural, sino parte de una política de Estado sostenida. “Hay una medida sobre la mesa. Si no se aplica, no sirve. La frontera tiene que ser una oportunidad, no una desventaja”, concluyó.
Con esta postura, el diputado Fermín Farinha vuelve a poner sobre la mesa un reclamo histórico del litoral norte: la necesidad de políticas fronterizas efectivas, coherentes y permanentes que promuevan el desarrollo local y la igualdad de condiciones frente a los mercados vecinos.










