La zona sur de Paysandú ha sido uno de los puntos de mayor impacto de los planes Avanzar y Juntos, que promovieron realojos y un crecimiento sostenido de la población en ese sector de la ciudad. Así lo explicó Guadalupe Caballero, al detallar el proceso que derivó en la relocalización de la policlínica de Jardines del Hipódromo y la mejora sustancial en la atención de salud para cientos de vecinos.
Caballero recordó que, con la proyección de ambos planes habitacionales, el sur concentró la mayor cantidad de realojos del departamento. “Un realojo no es solo una vivienda nueva; implica necesidades de servicios esenciales como la salud, la educación y la asistencia social”, señaló. En ese marco, se había previsto inicialmente la apertura de una policlínica en el realojo de los Tres Payas, incluso con la adecuación del espacio físico necesario para su funcionamiento.
Sin embargo, el proyecto se vio condicionado por cambios a nivel nacional. Según explicó, con el nuevo gobierno se realizó un análisis de georreferenciación que determinó que en la zona ya existían dos policlínicas: la de Jardines del Hipódromo y la de San Félix. “Se entendió que no era necesario abrir una tercera policlínica y que debíamos manejarnos con los recursos humanos disponibles”, indicó, aclarando que no se trató de una decisión aislada, sino evaluada en conjunto con los organismos competentes.
En ese contexto, la policlínica de Jardines del Hipódromo cobró especial relevancia. Caballero recordó que se trata de un servicio que, en su origen, fue sostenido por la Intendencia ante la ausencia del gobierno nacional. “La salud no es competencia directa de las intendencias, pero hubo momentos en que fue necesario hacerse cargo”, explicó. En aquel entonces, Jardines del Hipódromo era un realojo con una población reducida, lo que justificaba una estructura sanitaria mínima.
Con el paso del tiempo, la realidad cambió. La población creció de forma significativa y la policlínica quedó chica. “Mucha gente terminaba yendo a otros centros porque el espacio no daba abasto”, relató. El local contaba con un solo consultorio, y la administración cumplía a la vez funciones de enfermería. Esta situación generaba dificultades operativas y hasta riesgos, como la necesidad de aplicar inyectables en el baño por falta de un espacio adecuado.
Ante este escenario, y frente a la imposibilidad de contar de inmediato con más recursos humanos, la Mesa de Salud resolvió trasladar la policlínica a un nuevo emplazamiento. El objetivo fue claro: dignificar tanto la atención a los usuarios como las condiciones laborales del personal de salud. “No se trata solo de atender mejor al vecino, sino también de ofrecer un lugar acorde para que los funcionarios puedan trabajar como corresponde”, subrayó Caballero.
El resultado fue la inauguración de una nueva policlínica, con instalaciones modernas y funcionales. El nuevo local cuenta con cuatro consultorios, áreas diferenciadas para enfermería y administración, y condiciones que cumplen con los estándares necesarios para la atención primaria. “Es una policlínica hermosa, con todo lo que corresponde”, afirmó.
Además, destacó el compromiso de la RAP (Red de Atención Primaria) para acompañar este crecimiento. Si bien en su momento no era viable aumentar significativamente los recursos humanos, Caballero señaló que ya se está trabajando en la ampliación de horas médicas y en el fortalecimiento del equipo de salud, acorde al aumento de la población atendida.
En definitiva, la experiencia de la zona sur refleja cómo las políticas de vivienda impactan directamente en la planificación de servicios. Para Caballero, el traslado de la policlínica fue una decisión necesaria y estratégica, que permite responder mejor a una realidad demográfica distinta. “Hoy no solo hay más vecinos, sino también mejores condiciones de atención, y eso es fundamental para consolidar el desarrollo de estos barrios”, concluyó.










