Paysandú, referencia nacional en prevención y salud comunitaria: el trabajo territorial que marca el camino

En el marco de una sesión especial en la Junta Departamental de Paysandú,al cumplirse 20 años de ADAP, el doctor Marcelo Luaces presentó los resultados y alcances de un trabajo sanitario de fuerte impronta territorial, que posiciona al departamento como un ejemplo a nivel nacional en materia de prevención, pesquisa y vínculo con la comunidad. Su exposición puso énfasis en un proyecto que dejó de ser una idea plasmada en documentos para transformarse en una política concreta, cercana y efectiva.

Luaces afirmó que “todo esto hace que Paysandú sea un modelo a seguir, a copiar por todos los demás departamentos de la República”, en referencia al proceso desarrollado desde las policlínicas municipales, dependientes del gobierno departamental. Fue allí donde se materializó una iniciativa que combinó investigación, asistencia y sensibilización, con más de un centenar de pesquisas realizadas a personas mayores.

Uno de los aspectos más destacados del proyecto fue su alcance territorial. El trabajo no se limitó al casco urbano, sino que se extendió a la ruralidad profunda, llegando a distintos puntos del departamento. “No solo pesquisamos en el medio urbano, sino también en la ruralidad. Fue un trabajo gigantesco”, relató el profesional, subrayando el esfuerzo humano y logístico que implicó recorrer caminos, parajes y localidades en condiciones muchas veces adversas.

El doctor Luaces describió con crudeza y cercanía las situaciones vividas durante el relevamiento: jornadas de trabajo bajo lluvia, frío o intenso calor; entrevistas realizadas en condiciones improvisadas, “a veces arriba de una cabeza de una vaca, a veces en un banquito, a veces en una sala funeraria”. Lejos de lo anecdótico, estas imágenes reflejan el compromiso del equipo de salud con una población que, en muchos casos, no tiene un acceso fluido a los servicios sanitarios.

El proyecto permitió, además, comparar los factores de riesgo presentes en la población urbana con los detectados en el interior profundo del departamento. Esta información resultó clave para comprender realidades distintas dentro de un mismo territorio y para diseñar estrategias de intervención más ajustadas a cada contexto. “Presentamos los resultados de esa comparación, y fue una experiencia realmente única”, señaló.

Desde la ciudad hasta zonas como Tiatucura, Arbolito, Tambores, Gallinal, Soto, el eje de la ruta 26 y parajes como Cañada Ceballos, el equipo recorrió kilómetros con un objetivo claro: escuchar, indagar y acompañar. “Fue un trabajo muy lindo, muy interesante”, expresó Luaces, destacando que no solo se trató de recopilar datos, sino de generar un vínculo real con la gente.

En ese sentido, remarcó el impacto humano del proyecto. Para muchas personas, especialmente adultos mayores, fue la primera vez que alguien se detenía a escucharlas y a interesarse por su estado de salud. La pesquisa de factores de riesgo cardiovasculares se complementó con talleres, charlas y acciones de sensibilización, fortaleciendo el contacto directo con la comunidad.

Luaces subrayó que estas instancias no solo aportan información clínica, sino que también construyen confianza y conciencia colectiva. “Todo lo que sensibiliza, todo lo que tiene contacto con la comunidad, es fundamental”, afirmó, resaltando el valor de una salud pública que sale al territorio y se construye junto a la gente.

La presentación en la Junta Departamental dejó en claro que la experiencia de Paysandú no es fruto de la casualidad, sino de una planificación sostenida, compromiso institucional y trabajo en equipo. Un modelo que demuestra que, cuando los proyectos se concretan en el territorio, la salud deja de ser un concepto abstracto y se convierte en una herramienta real de inclusión y bienestar social.