Habilitación de Bomberos frena proyectos clave en Paysandú

En una entrevista realizada en los estudios de radio Paysandú, el director de Turismo, Diego Torres, evaluó el proceso de registro de operadores turísticos, las alianzas con el Ministerio de Turismo y los desafíos que enfrenta el sector para avanzar en la formalización de sus servicios. Entre los principales obstáculos mencionados, se destaca la complejidad y el costo de la habilitación de Bomberos, un paso obligatorio para quienes buscan inscribirse de manera formal.

Torres explicó que, desde el inicio de su gestión, se han mantenido múltiples reuniones con autoridades nacionales, como parte de la articulación necesaria para alinear la planificación quinquenal departamental con la estrategia del Ministerio. “El ministerio es un aliado ideal para nosotros. Nuestra planificación se alinea a la de ellos, y eso nos permite avanzar con claridad en los objetivos”, afirmó.

Sin embargo, uno de los ejes más relevantes en la agenda conjunta es el registro de operadores turísticos, un mecanismo que permite establecer parámetros de calidad y brindar mayor respaldo institucional a quienes ofrecen servicios en el departamento. Según Torres, contar con operadores formalizados también permite que Paysandú se fortalezca como destino confiable y competitivo.

Pero la realidad muestra que el proceso de registro, aunque atractivo para muchos operadores, enfrenta un desafío considerable: las inversiones económicas necesarias para cumplir con los requisitos que exige la Dirección Nacional de Bomberos.

“El gran obstáculo es la inversión que las instalaciones deben hacer para certificarse con la habilitación de Bomberos”, señaló el director. Esto incluye desde la adecuación de puertas y salidas de emergencia hasta sistemas de seguridad específicos, dependiendo del tipo de establecimiento.

Torres fue claro al afirmar que la Intendencia no puede “hacer vista gorda” ante una normativa que tiene que ver directamente con la seguridad de las personas. “En caso de emergencia, la responsabilidad recae sobre el arquitecto que certificó que ese lugar tenía condiciones. Si no cumplimos con la normativa, podemos exponernos a situaciones muy complejas”, destacó.

Para el jerarca, esto representa el dilema central: si bien muchos operadores están dispuestos a formalizarse, no sienten que exista un incentivo real que justifique la inversión que deben realizar para cumplir con las normativas. En un mercado donde conviven emprendimientos registrados y no registrados, la competitividad puede verse afectada.

“Si yo tengo que hacer una inversión importante pero no veo beneficios concretos por registrarme, no siento diferencias competitivas. El turista puede elegir entre uno u otro, y muchas veces quien no está registrado puede ofrecer un precio más bajo”, explicó Torres.

En ese sentido, el desafío hacia adelante será crear condiciones que resulten atractivas para el operador, ya sea mediante incentivos, acompañamiento técnico o mecanismos de diferenciación que permitan destacar a quienes cumplen con las normas y estándares de calidad.

El director subrayó que existe un interés genuino por parte de los operadores turísticos en integrarse al registro, pero insistió en que “hay que trabajar en herramientas que acompañen el proceso”. También destacó el rol del Ministerio en este camino, ya que se trata de una política nacional que busca ordenar y profesionalizar el turismo en todo el país.

A pesar de las dificultades, Torres se mostró optimista sobre el futuro del sector en Paysandú. Reconoció que el departamento cuenta con una base sólida de operadores, atractivos naturales y propuestas que pueden potenciar su crecimiento, siempre que se avance en un marco regulatorio que asegure calidad y seguridad, pero que también contemple las realidades de quienes están al frente de los emprendimientos.

“Cuando pasan las cosas es cuando decimos: ‘no pusimos el ojo acá’. Por eso debemos actuar con responsabilidad, acompañando, escuchando y buscando soluciones que nos permitan crecer sin poner en riesgo a nadie”, concluyó.

Con la continuidad de la coordinación con el Ministerio de Turismo y el compromiso de la Intendencia, el desafío de los próximos meses será encontrar caminos que permitan que más operadores se formalicen sin que los costos se conviertan en una barrera infranqueable, fortaleciendo así la oferta turística de Paysandú y su posicionamiento a nivel nacional.