Fundación Pérez Scremini: solidaridad en acción desde Paysandú

Embajadoras de la Fundación Pérez Scremini en Paysandú brindan apoyo integral a familias con niños en tratamiento oncológico, desde asistencia básica hasta la mejora de condiciones habitacionales, articulando con instituciones y organizaciones sociales.

Actualidad04 de agosto de 2025Jean Pierre DutraJean Pierre Dutra

La labor silenciosa pero fundamental de las embajadoras de la Fundación Pérez Scremini en Paysandú está transformando la vida de niños en tratamiento oncológico y sus familias. Rosario Michelena, Geraldine Molinelli y Janet Bentancurt encabezan un equipo comprometido con brindar apoyo integral más allá del hospital, enfocándose especialmente en la mejora de las condiciones de vida en el entorno familiar.

Estas representantes locales no solo entregan canastas con alimentos y ropa, sino que también trabajan en conjunto con organismos públicos y privados para refaccionar viviendas y asegurar que los niños puedan continuar su tratamiento en un ambiente digno y saludable. “Nos enfocamos en que tengan su dormitorio propio, baños en condiciones y una casa segura”, señalaron.

Uno de los pilares del trabajo es el contacto directo con las familias. Cuando un niño es derivado al Hospital Pereira Rossell desde Paysandú u otra localidad, las embajadoras se comunican con la familia para realizar un relevamiento de su situación habitacional y social. “Necesitamos que cuando ese niño vuelva del hospital, lo haga a un lugar que favorezca su recuperación”, explican.

La fundación cuenta con una red de socios colaboradores que aportan dinero mensualmente o realizan donaciones puntuales, ya sea en efectivo o en especies como ropa y artículos para el hogar. “Cada colaboración, por más pequeña que parezca, suma mucho. Hay tratamientos que duran años, y las familias necesitan apoyo constante”, afirman.

Desde Montevideo, la sede central de la Fundación también envía ropa y otros insumos que se reparten en el interior del país. “El hospital tiene un gran depósito de ropa, porque muchas familias no pueden costear los cambios frecuentes que implica un tratamiento largo”, detallan.

Uno de los desafíos más importantes es la mejora de viviendas. En algunos casos, las condiciones de higiene o de espacio no son las adecuadas para niños inmunodeprimidos. Ante estas situaciones, las embajadoras gestionan apoyo con la Intendencia, el Ministerio de Vivienda, la Agencia Nacional de Vivienda o incluso con ONG especializadas como Cirineos.

De hecho, recientemente se realizó una visita a una familia de Paysandú en conjunto con Cireneos, organización con la que la fundación mantiene un convenio. Ya se han entregado casas en otros departamentos como Tacuarembó y Rivera, y se espera que Paysandú pueda sumarse pronto a esa lista.

Más allá de la ayuda material, la presencia de las embajadoras representa un respaldo emocional para familias que enfrentan momentos difíciles. Su trabajo, muchas veces silencioso, es clave para que el sistema de atención médica de alta calidad que ofrece la Fundación Pérez Scremini tenga continuidad y sentido también fuera del hospital.

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