Delgado fue electo presidente del Partido Nacional pese a que García fue el más votado

La convención nacional del Partido Nacional, convocada para elegir al nuevo presidente de su directorio, se desarrolló el fin de semana con un mecanismo claro, acuerdos preestablecidos y un resultado que, aunque ajustado, sorprendió a muchos: Álvaro Delgado fue electo presidente del directorio, pese a que el candidato más votado individualmente fue Javier García.

“Las cartas ya estaban echadas”, comentó uno de los convencionales presentes. “Todos sabíamos a quién íbamos a votar. No hubo sorpresas”. La convención se manejó como un colegio electoral, donde se utilizó un sistema de voto cantado, lo que implica que cada convencional firma la lista que vota y queda registrado oficialmente a quién apoyó. Aunque se depositan en urnas, no se trata de un voto secreto.

La jornada tuvo un cuarto intermedio sobre el mediodía, y a partir de las 12:15 comenzaron a recibirse los votos. Cada lista llevaba nombres, firmas y datos personales, lo que permitía verificar y garantizar el respaldo de cada convencional a su opción política. El procedimiento fue descrito como una “formalidad transparente”, donde el voto funciona casi como una mano alzada con respaldo documental.

Al finalizar el conteo, los números fueron claros: Javier García obtuvo 184 votos, siendo el candidato más votado de forma individual. Sin embargo, por la acumulación por sublema, resultó electo Álvaro Delgado, quien alcanzó 202 votos gracias al acuerdo entre la lista D Centro y Aire Fresco, que sumaron esfuerzos bajo un mismo lema.

La diferencia final fue de apenas 18 votos, pero suficiente para que Delgado se impusiera en la interna blanca. Esta situación refleja el juego político interno del Partido Nacional, donde los pactos entre sectores pueden modificar el resultado electoral, incluso cuando un candidato supera al otro en votos individuales.

A pesar del triunfo, Delgado no logró la mayoría en el directorio. Otros sectores también obtuvieron representación. Entre ellos, Luis Alberto Heber y Carlos “El Pájaro” Enciso lograron sus lugares, evidenciando una división clara del cuerpo directivo. “La soberanía partidaria eligió a Delgado, sí, pero también dejó en claro que el poder está repartido. No hay una mayoría cómoda para nadie”, expresó otro de los participantes de la convención.

Este equilibrio puede condicionar las decisiones estratégicas del Partido Nacional en los próximos meses, sobre todo de cara a la etapa electoral que se avecina. Con una estructura diversa y sin mayorías automáticas, Delgado deberá negociar permanentemente con los otros sectores para llevar adelante su liderazgo.

La convención del Partido Nacional dejó así un mensaje político fuerte: el respaldo no es absoluto para ningún liderazgo y los acuerdos internos siguen siendo determinantes. Además, el uso del sistema de sublemas volvió a generar debate dentro del partido, ya que si bien es legal y está previsto en la normativa, puede provocar distorsiones en la percepción de legitimidad del liderazgo electo.

Álvaro Delgado asume ahora la presidencia del directorio con el desafío de mantener la unidad partidaria, construir consensos y posicionar al Partido Nacional de cara a octubre. Aunque ganó con alianza interna, el control real del partido dependerá de su capacidad para dialogar con un directorio sin mayorías plenas.