De asentamiento inundable a espacio público: Paysandú inauguró el Ecoparque Mburucuyá

Con la presencia de autoridades nacionales y departamentales, quedó habilitado el nuevo parque en la zona costera de La Chapita. La obra resignifica un área degradada y marca un modelo de intervención urbana con enfoque ambiental y social.

Actualidad25 de junio de 2025Jean Pierre DutraJean Pierre Dutra

ING. Horacio Marsico - Director general de Obras Milton Machado - Director Nacional de Vivienda

En un acto cargado de significado para la comunidad, este jueves se inauguró oficialmente el Ecoparque Mburucuyá, un espacio público ubicado en la zona costera del barrio La Chapita, en Paysandú. El lugar, que antes albergaba viviendas precarias en una zona inundable, fue transformado en un parque moderno y multifuncional, con énfasis en la resiliencia climática y el uso social del espacio urbano.

La ceremonia contó con la presencia de la ministra de Vivienda y Ordenamiento Territorial, Tamara Paseyro, el director nacional de Vivienda, Milton Machado, la intendenta de Paysandú, Nancy Núñez, y autoridades de organismos internacionales como la Corporación Andina de Fomento (CAF), el PNUD, el Ministerio de Ambiente y actores locales.

El nuevo Ecoparque fue financiado en el marco de un proyecto firmado al inicio de este período de gobierno en San Javier, que contemplaba tres líneas estratégicas: infraestructura en zonas inundables, adaptación al cambio climático y fortalecimiento institucional. La obra inaugurada en La Chapita cumple con la primera etapa, consolidándose como ejemplo de intervención urbana en áreas vulnerables.

“La zona estaba totalmente degradada, era un sector inviable para vivir. Hoy se convierte en un parque resiliente, pensado para convivir con la crecida del río y abierto a toda la comunidad”, explicó Milton Machado. “Esto no es solo una obra; es un símbolo de lo que podemos lograr si pensamos en el territorio de forma integrada, con participación y con visión de futuro”, añadió.

Una transformación que pone en el centro a las personas

El Ecoparque Mburucuyá no solo representa una recuperación del espacio físico. También es el resultado de un proceso que comenzó con el realojamiento de las familias que vivían allí, en condiciones de vulnerabilidad y riesgo permanente por inundaciones. La construcción del parque vino a complementar ese proceso, generando un área pública para el disfrute de toda la comunidad.

La infraestructura del parque fue diseñada con criterios de durabilidad y resistencia frente a las condiciones climáticas del lugar. Cuenta con canchas de fútbol de salón, padel, frontón y básquetbol, además de juegos infantiles fabricados con materiales resistentes al agua, sanitarios accesibles y depósitos para material deportivo.

“El concepto central es que se trata de un parque preparado para inundarse y seguir funcionando. Cuando baja el agua, se limpia y se puede volver a usar. Es una mirada moderna, sostenible, que reconoce la realidad del lugar y le da una nueva función”, destacó el director de Vivienda.

Además, se proyecta una etapa de gestión participativa del espacio, que involucrará a instituciones barriales, el área de deportes de la Intendencia y organizaciones sociales. “Es clave que este parque no quede solo como una postal, sino que esté vivo, con actividades, con presencia de la comunidad y con una gestión adecuada que lo mantenga como un punto de encuentro”, dijo Paseyro.

Un modelo a replicar

Durante la inauguración, las autoridades coincidieron en que esta experiencia debe ser replicada en otros puntos del departamento y del país. Se mencionó, por ejemplo, el potencial de transformar zonas como las que ocuparon los asentamientos Sacra y Curupí, también intervenidos mediante programas de realojo, en espacios similares de uso público.

“El Ecoparque Mburucuyá es una muestra de que cuando se articulan voluntades y recursos, se puede transformar lo que antes era abandono en oportunidades de disfrute y dignidad para todos”, expresó la intendenta Nancy Núñez.

El nuevo parque no solo mejora el entorno urbano de La Chapita, sino que también ofrece un mensaje de recuperación, justicia territorial y convivencia con el ambiente, en un momento donde la planificación urbana con enfoque social y ambiental se vuelve cada vez más urgente.

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