Paysandú vuelve a reinar en el fútbol femenino del interior

Paysandú volvió a demostrar que es el gran referente del fútbol femenino del interior uruguayo. En una jornada cargada de emoción y orgullo, la selección sanducera en categoría absoluta se coronó bicampeona del interior, al vencer por 2 a 0 a Treinta y Tres, en la final de la Segunda Copa Nacional de Selecciones de OFI, disputada en el estadio Juan Antonio Lavalleja de Trinidad, departamento de Flores.

El equipo dirigido por el cuerpo técnico encabezado por Diego y Fran selló así una campaña brillante, reafirmando su dominio y consolidando un proyecto deportivo que ha llevado a Paysandú a lo más alto del fútbol femenino nacional.

 Un arranque de final con sello sanducero

Desde el inicio del partido, Paysandú dejó claro que iba por todo. En los primeros minutos mostró mayor intensidad, dominio del balón y actitud ofensiva, presionando alto a la defensa de Treinta y Tres.
Y esa búsqueda dio frutos rápidamente: a los 15 minutos, una jugada desafortunada en la defensa olimareña fue bien aprovechada por Romina Da Silva, la gran figura del encuentro. La delantera sanducera reaccionó más rápido que todas, le ganó a la zaga rival y con gran definición abrió el marcador, desatando la alegría en el banco y en los hinchas que acompañaron desde la tribuna.

El gol tempranero obligó a Treinta y Tres a adelantarse, pero cada intento fue bien contenido por la firme defensa blanca. Paysandú, por su parte, siguió atacando con criterio, buscando ampliar la ventaja. Vanessa Villa tuvo una clara ocasión de cabeza que pasó cerca, y más tarde otro remate de Samara Costa rozó el horizontal, manteniendo el suspenso en el aire.

 Da Silva y Arbelo, una dupla letal

Cuando el primer tiempo parecía encaminarse al descanso con mínima diferencia, apareció nuevamente la combinación más peligrosa del equipo. A los 37 minutos, Natalia Arbelo desbordó con velocidad por la derecha, eludió marcas y lanzó un pase preciso al área. Allí, otra vez Romina Da Silva apareció para definir con una sutil vaselina ante la salida de la arquera rival Fernanda Segovia, sellando el 2-0 parcial.

El segundo tanto fue un golpe duro para Treinta y Tres, que no logró reaccionar ante la solidez y el orden táctico de las sanduceras. Paysandú cerró la primera mitad con autoridad, demostrando un nivel colectivo sobresaliente y una gran eficacia ofensiva.

 Segundo tiempo de control y madurez

En la segunda parte, el partido mantuvo su ritmo intenso. Treinta y Tres intentó descontar mediante pelotas quietas y algún remate de media distancia, como el tiro libre de Ferrizo que pasó cerca del palo derecho. Sin embargo, Paysandú se mostró firme en defensa, con una actuación destacada de su arquera y una línea de fondo muy concentrada.

Romina Da Silva, incansable, siguió siendo el faro ofensivo del equipo. En una nueva jugada, asistió a Arbelo, que estuvo cerca del tercero, pero la arquera Sotelo impidió el gol con una gran atajada. Paysandú manejó los tiempos del partido con madurez, sin desesperarse y asegurando el resultado.

A los 90 minutos, el pitazo final de la árbitra Jessica Domínguez decretó el final del encuentro: Paysandú 2 – Treinta y Tres 0. La emoción se desató en el campo y en las tribunas, con abrazos, lágrimas y una sensación de orgullo colectivo que trascendió el deporte.

 Orgullo sanducero y ejemplo de trabajo

Con este nuevo título, Paysandú se consagra bicampeón del interior femenino, repitiendo la hazaña conseguida el año anterior. Un logro que refleja el talento, la constancia y el trabajo de jugadoras comprometidas y de un cuerpo técnico que ha sabido construir un grupo unido, competitivo y con identidad.

“Esta victoria es de todo Paysandú. De las jugadoras, del cuerpo técnico, de las familias y de quienes siempre apoyan el fútbol femenino”, señalaron desde la delegación sanducera al cierre del encuentro.

Paysandú no solo celebró un campeonato: reafirmó su liderazgo y dejó claro que su proyecto deportivo sigue marcando el camino en el interior del país.
Una nueva página dorada para el fútbol femenino sanducero, escrita con garra, talento y pasión blanca.