Paysandú lo dio vuelta en la hora y desató el festejo: victoria agónica ante Lito en el Estadio Artigas

La fría mañana del domingo 29 de junio en Paysandú no fue impedimento para que el público local se acercara al Estadio Artigas con la ilusión de ver ganar al equipo de su ciudad. Pero el encuentro entre Paysandú Fútbol Club y Club Atlético Lito, correspondiente a la quinta fecha de la Divisional C del fútbol uruguayo, tuvo todos los condimentos de una historia intensa: momentos de nerviosismo, juego friccionado, una expulsión temprana, un golazo rival y una remontada inolvidable.

Desde el arranque, el partido fue más complicado de lo esperado. Aunque la previa indicaba cierta superioridad sanducera por el lugar que ambos equipos ocupaban en la tabla, fue Lito quien se plantó mejor en el terreno y generó las primeras situaciones de peligro. A Paysandú se lo notó tenso y con falta de claridad. Para colmo, a los pocos minutos del primer tiempo, el entrenador Ramón Silvera fue expulsado por protestar un fallo arbitral, lo que generó aún más desorden y fastidio en el banco local.

La primera parte terminó sin goles, en medio de un clima frío pero con el calor de la hinchada alentando. En el segundo tiempo, Paysandú intentó reaccionar, pero fue Chechile, a los 35 minutos, quien puso en ventaja al equipo visitante con un verdadero golazo imposible para Nazareno Ferreyra, que hasta ese momento mantenía el arco invicto en el campeonato.

Cuando parecía que el equipo sanducero se iba sin nada, llegaron los cambios y con ellos, el golpe anímico. Maximiliano Cantera, referente y capitán, se adelantó casi como centrodelantero, y se puso el equipo al hombro. Ya en tiempo adicionado, cuando Lito intentaba enfriar el partido y hacer correr el reloj, llegó un córner ejecutado por Gómez, y tras una jugada de pelota quieta , el propio Cantera apareció en el área y la empujó al fondo de la red a los 46 minutos para el 1-1.

La explosión de los jugadores y los hinchas fue total. Pero Paysandú no se conformó. Con la expulsión del capitán de Lito, el local fue por todo. En una contra con mucho riesgo, Brandon Logiurato quedó de frente al arco y no perdonó: a los 50 minutos del segundo tiempo marcó el 2-1 definitivo, sellando una victoria cargada de emoción, esfuerzo y sentido de pertenencia.

Al finalizar el encuentro, Ramón Silvera, que siguió el partido desde afuera tras la expulsión, habló con Somos de Acá:
 “Sentí impotencia por cómo se manejan estas situaciones, pero esto es así. El interior siempre tiene que remar más. Hoy se vio que con trabajo, fe en el grupo y el apoyo de la gente, se pueden lograr estas cosas. Tenemos equipo para pelear y estamos más vivos que nunca”.

El plantel, que había cerrado una semana intensa de entrenamientos en la Ciudad Deportiva, cumplió con creces el objetivo: conseguir los tres puntos en casa y reafirmar el compromiso con el sueño del ascenso. La victoria fortalece no solo desde lo deportivo, sino desde lo anímico, en una divisional muy dura y pareja.

Con este triunfo, Paysandú sigue sumando y alimentando la ilusión de todo un departamento. Una victoria de atrás, con carácter, con fútbol y con identidad. Porque el equipo no solo ganó: demostró que está dispuesto a dar pelea hasta el último minuto.