La Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) se encuentra en pleno proceso de modernización institucional. Así lo confirmó la presidenta de la delegación uruguaya, Cecilia Bottino, quien explicó que el organismo binacional está llevando adelante una reestructura integral de sus procedimientos administrativos y de gestión, con el objetivo de mejorar la eficiencia, la transparencia y el vínculo con la comunidad.
“Estamos haciendo un relevamiento completo del funcionariado y revisando todos los procesos de trabajo, porque la CARU tenía un atraso importante en su estructura interna. La idea es actualizar su funcionamiento y fortalecer los mecanismos de gestión”, señaló Bottino.
Como parte de esta transformación, la delegación uruguaya adoptó una política clara en materia de recursos humanos: todas las vacantes se cubrirán mediante sorteos o concursos públicos, garantizando igualdad de oportunidades. “Ese es el criterio que hemos definido: los cargos deben ser asignados de forma transparente y abierta”, remarcó la jerarca.
Además, la CARU ha impulsado acuerdos con instituciones educativas para promover pasantías y prácticas profesionales. “Hemos firmado convenios con la UTEC y con la UTU, y estamos avanzando también con la Universidad de la República. Es fundamental que los jóvenes puedan tener su primera experiencia laboral en un organismo binacional de tanta importancia como este”, afirmó Bottino.
Uno de los ejes del plan de trabajo es la interinstitucionalidad, es decir, fomentar la cooperación con otras entidades públicas y privadas. “No se trata de superponernos a lo que ya existe, sino de auspiciar, apoyar y sumarnos a las iniciativas que tienen impacto en la comunidad. Un ejemplo fue el evento de pesca organizado por la Udelar, en el cual acompañamos desde nuestro rol institucional”, explicó.
Nuevos desafíos y mayor presencia pública
Bottino adelantó que entre los principales desafíos para el próximo año está la creación de una unidad de informática y otra de comunicación, áreas consideradas estratégicas para modernizar el vínculo con la sociedad y mejorar la gestión interna. “Son deudas pendientes. Queremos que la CARU sea más conocida por la gente, porque muchas veces se piensa que solo somos ‘el puente’, cuando en realidad el trabajo que realizamos es mucho más amplio”, sostuvo.
En ese sentido, la jerarca resaltó la labor técnica que se realiza en los laboratorios del organismo, donde se desarrollan análisis permanentes del agua del río Uruguay y tareas de balizamiento y monitoreo ambiental. “Estos controles son fundamentales para garantizar la calidad del recurso y la seguridad en la navegación. Es un trabajo que la población muchas veces no ve, pero que es esencial para el cuidado del río”, afirmó.
Asimismo, Bottino destacó la importancia de la responsabilidad social institucional que impulsa la CARU, mediante el apoyo a clubes náuticos y organizaciones deportivas a lo largo de toda la cuenca. “Nuestra acción abarca desde el punto cero del río hasta Bella Unión. Debemos distribuir los recursos de forma equitativa en toda la región, porque la misión de la CARU es binacional y abarca una extensa zona de influencia”, expresó.
Otro de los proyectos que ha cobrado relevancia es la reactivación del vivero de la CARU, que había quedado sin uso. “Nos lo han solicitado incluso desde departamentos que no son costeros, porque representa una herramienta valiosa para la restauración ambiental y la educación ecológica”, comentó.
De cara a 2025, Bottino adelantó que el objetivo será consolidar la reestructura iniciada, potenciar la comunicación institucional y continuar fortaleciendo los vínculos con la sociedad civil y el sistema educativo. “El año que viene, con nuestra presidencia, vamos a impulsar estas ideas con más fuerza. Queremos una CARU más abierta, moderna y comprometida con el desarrollo sostenible del río Uruguay”, concluyó.
Con este proceso, la delegación uruguaya busca no solo actualizar la gestión interna del organismo, sino también acercar la CARU a la ciudadanía, reafirmando su papel clave en la cooperación entre Uruguay y Argentina para la protección y aprovechamiento responsable del río compartido.











